La primera instancia de apertura fue anunciada para la segunda mitad de octubre, pero los empleados del sanatorio aún no fueron contactados para retomar funciones.
La fecha prevista por PAMI para la reapertura del ex Emhsa, ahora oficialmente nombrado Sanatorio Dr. Bernardo A. Houssay, fue inicialmente para mediados de agosto, pero ciertas demoras en los tiempos planificados obligó a postergar la inauguración de la etapa inicial para la segunda mitad de octubre. Al menos así también lo aseguró la gobernadora María Eugenia Vidal en su última visita a Mar del Plata.
Lo cierto es que las obras se están haciendo, algo que es celebrado por los trabajadores del lugar y los miles de jubilados que harán uso de las mejoras. Sin embargo, dicho beneplácito no condice con el nivel de optimismo que demuestra el oficialismo.
“Estamos muy contentos por los avances y la calidad de las obras que se están llevando a cabo en el nosocomio y que darán calidad a las prestaciones que estima PAMI para sus afiliados, pero no somos tan optimistas como los funcionarios”, señaló a LA CAPITAL Facundo Clotet, uno de los trabajadores del sanatorio que se convirtió, desde iniciado el conflicto, en uno de los principales voceros del personal.
Según indicó, las expectativas se mantienen moderadas porque los empleados ven, en la fecha anunciada por los funcionarios, sólo la finalización de los trabajos de infraestructura, pero no así la puesta en servicio del nosocomio.
“Lo que vemos nosotros es la finalización y entrega de las obras que están en curso, para luego sí hablar de un tiempo predeterminado para la planificación de la puesta en servicio”, explicó.
Sin convocatoria a los empleados
Otro de los indicios que les hace pensar que no podrán retomar sus trabajos este mes es que, hasta la fecha, ninguno de los 318 trabajadores que aún no tienen confirmada su continuidad laboral fueron contactados.
“Si realmente el hospital se va inaugurar para estar operativo, se debe contemplar la regularización del personal, sobre lo cual hasta la fecha aún no tuvimos ningún tipo de información de cómo, cuándo y de qué manera lo harán, cuestión para nada menor”, destacó.
Y agregó: “Si quienes estarán para brindar los servicios de salud dentro del lugar no han sido contemplados, sólo se trata de un lugar con un cascarón de cortes de cinta y vacío de servicios en su interior”.
Consultado sobre si los trabajadores habían mantenido alguna reunión con las autoridades de PAMI, Clotet aseguró que “semanas atrás, a través de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado, gremio que nuclea a la mayoría de los trabajadores del sanatorio) el secretario general de la seccional local, Ezequiel Navarro, se reunió con (el titular a nivel nacional de PAMI) Sergio Cassinotti donde se abordaron varios temas, pero el más preocupante fue la situación de los 318 trabajadores del ex Emhsa”.
Según aseguró Clotet, Cassinoti “manifestó su compromiso de mantener las fuentes de trabajo, pero, lamentablemente, no clarificó cómo, cuándo y de qué manera haría para formalizar esta relación laboral”.
La situación laboral
El trabajador no duda en definir la situación actual de los empleados del sanatorio como “lamentable”. Desde octubre de 2015 que los empleados no reciben un recibo de sueldo. Desde que el establecimiento pasó a manos del PAMI, Clotet asegura que nunca se resolvió la conformación de un fideicomiso, fiscalizado por el Ministerio de Trabajo de la Nación, que iba a garantizar, entre otras cosas, la actualización de los haberes percibidos.
“Nunca se recibió un recibo de sueldo, no se actualizaron sueldos y no tenemos aportes de ninguna índole. Cobramos a través de un cheque proveniente de PAMI, lo que hace nuestra situación precaria e ilegal, generando incertidumbre y recibiendo un ‘subsidio’, ya que el mismo no se puede atribuir a un sueldo porque es un importe de hace dos años atrás”, indicó y concluyó: “Nosotros queremos un hospital abierto, operativo, para todos los afiliados de PAMI y con sus 318 trabajadores adentro”.
Un plan en 4 fases
En un cronograma progresivo, al cual LA CAPITAL tuvo acceso, el organismo dividió el plan de adecuación en cuatro fases.
Para junio estaba prevista la finalización de la primera etapa, que involucraba la puesta en funcionamiento de consultorios externos, el servicio de diagnóstico por imágenes y un laboratorio.
La segunda fase, en tanto, se finalizaría en la segunda mitad del año, contemplando la apertura del servicio de cirugía ambulatoria y el de internación general.
La siguiente etapa correspondía la puesta en funcionamiento del sector de urgencias y guardia, además de las unidades quirúrgicas y de terapia intensiva.
La cuarta y última fase del cronograma propuesto contempla la puesta en marcha de la institución al cien por ciento de su capacidad. Sin embargo, la apertura será progresiva, dándose por completada a finales de 2018.